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dimecres, de novembre 24, 2010

Mi carta a los reyes magos, de Oriente o mágicos para la confección de los programas electorales

Leo, veo, escucho las noticias y no salgo de mi asombro. Hay crisis si. Era de esperar con todas las decisiones erróneas que se han tomado sumado a los casos de corrupción. Se han expoliado las arcas públicas entre corrupción y gastos desmesurados en infraestructuras faraónicas. Y ahora lo pagamos todos.

Pido a los reyes magos y a la estrella que los guía que traigan sentido común a la política mallorquina, sobretodo en temas de movilidad cuyas inversiones erróneas afecta a todos los demás temas (crisis, turismo, economía, servicios sociales, innovación):

  • Que paren el proyecto del tren de Artà. No es sólo el gasto actual. Hay que sumar el gasto de mantenimiento y de explotación, el gasto para llevar el tren de Artà a Cala Ratjada y el de Son Carrió a Porto Cristo y el mantenimiento de todo esto que es horrendamente deficitario. (Por favor, que nadie me diga que los todos los servicios públicos son deficitarios. Si un bus óptimo es más eficiente que un tren desmesurado, no hace falta tener que gastar más en trenes).
  • Que a ningún partido político se le ocurra la aberrante idea de proyectar más trenes ni más autopistas ni autovías sin sentido. Antes de hablar que estudien, cuales son los problemas reales de movilidad y que crecimiento prevén por aquellos lugares donde quieran construir más infraestructuras.
  • Antes de proponer cemento que propongan servicios. No hace falta poner trenes si ponen autobuses. No hace falta hacer autovías si los autobuses van llenos y por fin dejamos de necesitar comprar coches porque ir en bus sea más eficiente, más cómodo y más económico.
  • Que apliquen las tecnologías de la información para optimizar buses por capacidad en función a la demanda de desplazamientos y a los horarios, con un transporte flexible en horario y en trayecto. Esto no lo permiten los trenes.
  • Que no se les ocurra decir que como no van a hacer trenes hay que hacer autopistas. No hace falta ni una cosa ni la otra si se fomenta un buen transporte público basado en autobuses y se reservan espacios para los buses, para disuadir del uso del coche. Es más, el coche no tiene que ser un elemento de estatus sino de sobra y de gasto inútil porque el transporte público funcione de maravilla.
  • Que no estropeen más el paisaje con infraestructuras faraónicas. Hay que cuidar lo pequeño, limpiar los arcenes, poner carriles para bicicletas, convertir las antiguas vías de tren en vías verdes, arreglar las paredes de piedra cuyos muros se caen en los arcenes de carreteras secundarias y caminos rurales.
No más lemas electorales cuya bandera sea un tren o una autopista.
No más partidos políticos que hacen de un tren un lema político electoral sin haber analizado su impacto en el paisaje, ambiental, en la economía, en el déficit público, con los efectos colaterales en la des inversión en salud y en educación.
No más propuestas electorales que su proyecto estrella sea una gran infraestructura sin haber analizado el porqué a fondo y sin haber analizado los pros y los contras de otras alternativas.

Que salgan partidos políticos cuyos lemas sean:
  • Eficiencia
  • Organización
  • Coordinación
  • Respeto
  • Simplificación de la burocracia
  • Propuestas transparentes con la participación público - privada
  • Análisis
  • Investigación
  • Innovación
  • Cooperación
  • Participación ciudadana real (no ficticia manipulada)
  • Productividad
  • Conciliación
  • Sostenibilidad (pero no económica dando más poder a las multinacionales que fabrican trenes, molinos de viento, placas solares, biodiesel...). Sostenibilidad local (fomento a los negocios locales, familiares, agricultura, transformación de productos locales, turismo, tecnología,...).
El reto está en concretar todos estos valores en propuestas reales, tangibles y medibles. Que es el trabajo que tendrían que hacer los políticos. Y cuando sea necesario, admitir el error si no se cumplen los indicadores y rectificar a tiempo antes de malgastar más dinero y hundirnos en una deuda pública que nos lleva la deriva más sumisa. Si asumimos el error, honramos la rectificación.

Medir es muy importante, definir indicadores a priori, antes de empezar el proyecto. Lo que no puede ser es el ejemplo de la Consejería de Movilidad regida por el PSM que proyecta un tren en Noviembre de 2008, lo modifica en Julio de 2009, lo había empezado en mayo de 2009, lo ejecuta diferente a lo expuesto públicamente, y no expone públicamente los estudios de movilidad que lo justifican. La Asociación Alternativa al Tren, solicita estos estudios desde abril de 2009. Los obtiene en Noviembre de 2010 y exponen claramente que el tren será deficitario y necesitará de considerables subvenciones. Sin que haya estudios que analicen si es más eficiente un tren o buses. Es más, el proyecto se rige por una ley estatal, porque en Baleares aun teniendo las competencias en materia ferroviaria no se ha legislado al respeto, que indica que no hay que abrir líneas de tren que no sean viables económicamente y socialmente. Y aun peor, el proyecto se ejecuta forzando la expropiación cuando esta práctica, es ilegal, al no tratarse de un momento donde haya una guerra o una tragedia. Ni este tipo de actuaciones ni la corrupción ejercida en la anterior legislatura tendrían que volver a repetirse en un nuevo gobierno.

¿Que más podemos pedir para que no nos hipotequen más durante el resto de nuestras vidas?